Hace algún tiempo tuve la fortuna de hallar, a través de internet, la edición facsimilar de un libro del siglo XVIII, concretamente de 1767. Se trataba del Diccionario y Gramática de la lengua hñähñü u otomí de Don Luis de Neve y Molina. Por ese tiempo comenzaba yo a preguntarme acerca del nombre original de Nopala. El hallazgo fue providencial.
Revisé con cuidado el documento. No deseaba dejar pasar por alto algún detalle importante o, por aún, malinterpretar su contenido. Especialmente llamó mi atención la Segunda Parte, relativa al Diccionario de los Nombres y Verbos más comunes, y necesarios en el idioma Othomì.
Al llegar a la página 68 mi sorpresa fue mayúscula. Allí estaba el nombre hñähñü de Nopala, con su correspondiente significado: Nopala, lugar [de nopales], ô Nopalera. Na nboxthâ. Fue impresionante.
Un detalle llamó mi atención: la garfía â (con acento circunflejo, a veces llamado "tejadillo"), en lugar de la o que actualmente se utiliza para escribir el topónimo: Boxtho o Boxthó. La misma Gramática se encargaría de aclararme un poco la confusión.
Volviendo las páginas releí mucho más atentamente las Reglas de Orthographia. En la página 2, al hablar de las vocales, dice que la A se pronuncia de tres maneras. La tercera, representada por la grafía â, es "nasal o confusa [y se pronuncia] como que se equivoca con la o, y difundiendo la voz por las narices".
Neve y Molina, al hacer la transcripción del sonido producido, decidió utilizar la letra a, colándole dicho acento para denotar su pronunciación ("como que equivoca la o", pero sin ser en realidad una o).
Yo pensé seguir su ejemplo, utilizando N'boxthá, entre otras razones porque lo consideré más cercano a la forma original. Si "buscamos" a Nopala, es decir, nuestros orígenes e identidad más profunda, tal vez este sea un buen principio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario